martes, 17 de noviembre de 2015

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HÉCTOR LAVOE 


Héctor Lavoe nacido Héctor Juan Pérez Martínez (30 de septiembre de 1946- 29 de junio de 1993) era un Cantante puertorriqueño de Salsa, conocido mundialmente como: "El Cantante de los Cantantes" y " Héctor Lavoe" Nace Hector J. Perez de una familia humilde en Ponce, Puerto Rico. Hijo de Francisca Martínez (Panchita) y de Luis Pérez (Lucho). A sus 7 años de edad fallece su madre, este fue el comienzo de muchos golpes en su vida. Desde niño le fue inculcada la música y a la edad de 14 años ya cantaba por su pueblo. A la edad de 17 años impulsado por necesidades económicas y mitigar el dolor que aún conservaba por el fallecimiento de su madre se marcha a Nueva York a buscar un mejor futuro donde pudiera sacar fruto de sus habilidades.
En Nueva York, Pérez Martínez conoció a Willie Colón y a Johnny Pacheco, co-propietario del sello Fania Records y formó parte de la banda del primero logrando varios éxitos debido a la calidad interpretativa de la banda de Colón y el sonido especial que el puertorriqueño le imprimía a sus interpretaciones (mezcla de un estilo desafiante y callejero). En el circuito salsero de Nueva York esta banda fue conocida como The Bad Boys. El binomio formado por Willie Colón y Hector Lavoe es considerado, tanto por la crítica como por los fans, como uno de los más importantes de la historia de la salsa.
Desde 1967 a 1973 produjeron varios discos entre los que destacan La gran fuga, Cosa Nuestra, Lo mato, El Juicio y los dos volúmenes de Asalto navideño donde se consagraron canciones como Juana Peña, Barrunto, Calle Luna, Calle Sol, y La Murga de Panamá (de donde se asume, se acoplaron los arreglos de trombón para la salsa).
En 1973 Colón decide continuar su carrera como solista y se separó de la banda (su banda) dejándosela a Hector Lavoe. Willie Colón se uniría con el panameño Rubén Blades para formar otro binomio exitoso en la salsa. A pesar de esta separación, Colón siguió colaborando con Lavoe en la producción de varios de sus álbumes como solista.
Desde 1975 Lavoe inicia su carrera y ven la luz los discos La Voz, De ti depende y Comedia, que contenían canciones como Periódico de ayer, de la autoría de Tite Curet Alonso, y la canción que se convertiría en su estandarte, compuesta por Rubén Blades, El cantante. Durante esta época, Lavoe participó también en las giras que realizaba la Fania All Stars junto con las demás estrellas salseras de esa época.
Se hizo merecedor de apodos como La Voz, por su destreza para interpretar las canciones que otros, como el mismo Johnny Pacheco, compusieron para él; el Hombre Puntual, gracias a un suceso en África, ocurrido por su afición a las fiestas, y también El Hombre que canta hasta debajo del agua, por su virtuosismo.
Hector siempre impartió un estilo único, nunca demostró aires de arrogancia y siempre fue humilde. Lanzo discos con exitos como "Recordando a Felipe Pirela" (1979) "Feliz Navidad", "El Sabio" (1980), "Que Sentimiento" (1981), "Vigilante" (1983) el "Reventó" en (1985) con los temas: "La Vida es Bonita" y "La Fama". Además de las ya citadas, hizo famosas canciones como "El Todopoderoso", "Paraíso de Dulzura", "Triste y Vacía", "La Verdad" "Un amor de la calle".
Pero el inicio de los años 80, estuvo marcado de eventos trágicos para Lavoe. La fractura de sus piernas al saltar por la ventana de su apartamento de Queens que se incendiaba fueron hechos que se conjugaron con su adicción a las drogas para hacer de él un hombre sumido en la depresión y al borde del precipicio.
Los conciertos del llamado Cantante de los cantantes o Sonero de los soneros siempre rebosaron de gente y fanáticos, pero la habilidad del cantante fue menguando hasta llegar al extremo de cantar con una voz irreconocible y postrado en una silla en medio del escenario.

GALERÍA 







ENTREVISTAS A HÉCTOR LAVOE
Su historia y sus mitos




MEJORES ÉXITOS QUE HICIERON UN GRANDE A

HÉCTOR LAVOE


Héctor toma el micrófono y enamora a su público, es así que lleva como sobrenombre 
´´El DIABLO´´




COMENTARIOS Y NOTICIAS

Héctor Lavoe y la profunda marca que dejó a su paso por el Perú

Un día como hoy partió hacia la eternidad. Amigos y fanáticos recuerdan el legado de ‘el cantante de los cantantes’

ANTONIO ÁLVAREZ FERRANDO (@tonyalfe83)
“Quien murió fue Héctor Juan Pérez Martínez, no Héctor Lavoe. Héctor Lavoe sigue vivo en su legado, esa buena música que nos dejó”, afirma Walter Rentería, ex locutor del programa Pueblo Latino de R700 en los años 80.
En la azotea de su casa en el Callao, Walter tiene una colección de 2.500 discos, los que cuida como a su propia vida. Él fue una de las contadas personas que recibió al ‘cantante de los cantantes’ en el aeropuerto Jorge Chávez, aquella histórica madrugada del cuatro de agosto de 1986.
“Al igual que ahora, por esa época yo trabajaba en aduanas y pude recibirlo y entrevistarlo por cerca de una hora mientras pasaba por migraciones”, comenta. En la pared de su balcón ha pegado los estuches de varios discos entre los que destacan ‘Esto fue lo que trajo el barco’ de Ismael Rivera y ‘El baquiné de los angelitos negros’ de Willie Colón.
Walter se emociona al recordar aquellos momentos, tanto como su viejo amigo Carlos Loza, uno de los pioneros, junto con el fallecido Lucho Rospigliosi, allá por los sesentas, en la difusión de la salsa en nuestro país.
Don Carlos fue una de las personas que hizo ‘campaña’ para que el ‘Jibarito de Ponce’ traiga a nuestro país su magistral repertorio; y la punta de la lanza que usó para apoyar esta cruzada encabezada por periodistas y fanáticos fue su popular columna ‘Caribe soy’, que salía publicada en el diario Extra.
VOLVER AL CALLAO “PARA ESTAR CON MI GENTE”
Luego de conocer en persona a Lavoe, Carlos forjó una gran amistad con él y pudo conocer a su familia y visitarlo, según cuenta, hasta en tres oportunidades en su apartamento del Queens boulevard tower, donde Héctor pasó sus últimos años.
“Héctor me decía: Carlitos yo tengo que volver al Perú para recorrer el Callao y estar con mi gente, no con la gente de cuello y corbata. Quiero volver, probar sus comidas, quiero caminar por sus calles y abrazarme con los chalacos. Ojalá Carlos que la gente me recuerde”, comenta.
Carlos Loza anima los shows de salsa que se realizan los sábados en el restaurante el Jibarito de la avenida Faucett, donde deleita al público contándoles sus anécdotas y amplios conocimientos sobre a lo que el género respecta.
Al preguntársele sobre la importancia de Lavoe, esto es lo que responde:
“Sobre la tarima Héctor no era mucho de bailar, pero a través de su canto transmitía un sentimiento sincero. Era humilde y de buen corazón como lo fueron Ismael Rivera, Benny Moré, Tito Rodríguez. Por eso su gente, a veinte años de su partida, sigue amando su música”, añade.
Alberto Maraví, director gerente de Infopesa, también recuerda ese lado humano del ‘cantante de los cantantes’ a quien conoció en 1969 en el local de Fania Records, en la Gran Manzana.
“Yo visitaba frecuentemente a Jerry Masucci, fundador de La Fania, con quien hacía negocios para traer al Perú la música que ellos producían. Recuerdo que Héctor era delgado, alegre y muy buena persona”, dice.
La oficina de Alberto Maraví queda en Jesús María y está decorada con innumerables fotografías que saltan a la vista y en las que aparece al lado de cantantes de la talla de Tito Rodríguez. Alberto asegura que allí llegó a visitarlo Héctor Lavoe a inicios de los años 80.
“Él siempre me decía: ‘Albertico, pronto te iré a visitar al Perú’. Yo solo me reía, sin embargo una vez me vino a buscar aquí a mi oficina, pero yo no estaba. Eso no lo sabía nadie pero ahora yo te lo cuento. Fue entre 1982 y 1983. Fue una cosa rápida nomás, seguramente de un día y medio a dos. Luego se fue. Vino porque estaba cerca, quizá en Guayaquil o en Cali donde se presentó por esas fechas y aprovechó para venir”, relata.
HUELLA IMBORRABLE
Hablar de salsa en el Perú es hablar de Héctor Lavoe y en el Callao hablar de Héctor es traer a la mente a Pacho Hurtado, uno de los más destacados intérpretes de las canciones del también llamado ‘único hombre que respira debajo del agua’.
Su parecido físico, canto nasal y ademanes del jibarito han hecho que el público lo reclame en cuanto evento salsero en homenaje a Lavoe se realiza. El éxito que ha tenido le permitió incluso realizar una gira con la Orquesta de la gente, dirigida por Gilberto ‘Pulpo’ Colón, y la que fuera la última agrupación en tocar con Héctor. Aquella fue una experiencia inolvidable.
Pacho aún conserva los tres collares y las gafas que le obsequió su amigo y compañero de trabajo Hugo Abele, quien en 1986 las recibiera del propio Héctor en agradecimiento por la acogida que le dio durante su estadía en nuestro país.
Luego de una hora y media de conversación en su departamento de Miraflores, Pacho culmina así: “Estés donde estés Héctor, en la mente y en el alma, siempre te recordaremos y estarás en la mente y en el corazón de toda tu gente”.

la última entrevista de Héctor Lavoe

Este sábado se cumplen 20 años de la muerte del famoso cantante. El deterioro de su salud se vio reflejado en la última vez que recibió a un medio de prensa en su apartamento en Queens, New York

La hermana de Héctor Lavoe lo recordaba en un documental para la televisión: él hizo felices a muchas personas. A su familia, a la que sacó de las penurias económicas, y a sus millones de fans, que se olvidaban de la tristeza cuando lo escuchaban ‘sonear’, “pero nunca llegó a hacerse feliz a sí mismo”. La historia del “cantante de los cantantes” fue tan triste como un bolero, como aquellos que llegó a cantar en su disco “Recordando a Felipe Pirela”, y corta, pese a la cantidad de veces que ha sonado en nuestras radios en todos estos años.
En 1993, Héctor Juan Pérez Martínez, “La Voz”, falleció en Nueva York, la misma ciudad que lo vio triunfar y crear, junto a otros grandes como Willie Colón, un fenómeno musical latino en los Estados Unidos. En junio de ese año cerró uno de los ciclos más tristes de su vida: el de una incontrolable tristeza y el abandono de los que alguna vez lo tomaron como una máquina de hacer dinero.
La pérdida de su madre, los problemas con su esposa, la muerte de su hijo, el agotamiento y exigencia de una carrera deslumbrante lo llevaron a refugiarse en el alcohol y, luego, en drogas como la heroína. Fue precisamente en esta época que contrajo el sida. Una enfermedad de la que él nunca habló en público, pero que lo consumía vertiginosamente ante los ojos del mundo.
Poco tiempo antes de su muerte, Lavoe ofreció la que sería una de sus últimas entrevistas en video. A pocos días de la triste efeméride, aquí recordamos algunos de los momentos de ese registro ahora histórico para los salseros y amantes de la buena música en general.


Trás su muerte actualmente hay dos monumentos en su honor. Uno en su natal Ponce, Puerto Rico, y otro en Callao, Perú.
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